La mayoría de las personas, al oír hablar de “simplicidad”, piensan inmediatamente en la ausencia de complejidad, de sofisticación y de ornato. Sin embargo, la simplicidad no es necesariamente sinónimo de estos adjetivos. De hecho, la simplicidad puede ser muy compleja. Y es precisamente esta complejidad lo que hace que la simplicidad sea interesante, atractiva y valiosa. La simplicidad es más que una ausencia de complejidad. Es una forma de ver el mundo y de abordar la vida de una manera sencilla, natural y desprovista de pretensiones. Se trata de una forma de vida que se centra en lo esencial y que busca la armonía y la belleza en las cosas simples
Elaborar una marca requiere de un análisis profundo, para que la idea que se quiera comunicar esté en sintonía con el público al que se va a dirigir. De esta forma, se puede llegar a una identidad visual que trascienda fronteras y se reconozca fácilmente. La importancia de una identidad visual radica en que está simplifica el proceso de reconocimiento de una marca, tanto para el público en general como para el target en particular. ayuda a posicionarla en el mercado y a que el consumidor la identifique con mayor facilidad. Por otro lado, el concepto es la base de todo proyecto de identidad visual. Se trata de una idea, un mensaje o una Declaración de Intención.